DESARROLLO TÉCNICO

Afortunadamente, cada vez son más los inventores que ven la necesidad de mejorar su patente desde el punto de vista técnico. Es muy importante “conocer” el invento, ver sus puntos fuertes y sus puntos débiles (que siempre los hay), incluso verificar que se puede fabricar. Desgraciadamente no son pocos los inventores que patentan ideas que no se pueden fabricar por defectos en la conformación del producto. Es muy fácil, por ejemplo, diseñar un objeto que, una vez inyectado el plástico, no puede extraerse del molde. 
 
Siguiendo con el proceso de producción, el inventor no tiene por qué saber cómo se produce su idea, pero sí que tiene la obligación de averiguarlo. Cuanto más sepa de su proyecto, mejor podrá negociar su desarrollo.
 
No se trata de complicarse la vida sino de controlar en el mayor grado posible todo lo que se refiere al invento. No hay que fiarse de lo que dicen los demás sino compararlo con otras fuentes de información. No quedarse con el primer presupuesto de una empresa para hacer un molde, buscar siempre otra opción. Hay que considerar que los costes de fabricación pueden tener variaciones sustanciales según la zona geográfica en que se sitúa la empresa proveedora. Y a veces también sale a cuenta hacer un tanteo en empresas extranjeras.
 
REALIZACIÓN DE MAQUETAS A ESCALA Y PROTOTIPOS FUNCIONANTES
 
Para entender una innovación, nada mejor que verla. Y si fabricar es caro, hacer una maqueta estática a escala o un prototipo funcional es mucho más asequible y permite ver in situ cómo es nuestra idea. Es, además, un proceso fundamental para comprobar que todas las piezas encajan, que el mecanismo teórico va a funcionar y que lo que sobre el papel era un proyecto, puede ser una realidad.Y con una maqueta o un prototipo, cualquier patente se comprende mucho mejor.
 
“DEMOS” O PROYECCIONES VIRTUALES
 
Hay patentes que, por dificultades técnicas o por coste, no pueden plasmarse en una maqueta, y entonces lo mejor es hacer una “demo” o proyección virtual del proyecto. La idea cobra vida, tiene cuerpo, volumen y color, se mueve. Lo que antes eran palabras, ahora existe. Y “vender” algo real es mucho más factible.
 
ESTUDIO DE PRODUCCIÓN
 
Fabricar no tiene nada que ver con inventar, pero el inventor debe obligarse a saber cómo funciona este mundillo. La típica premisa del “yo invento, que la empresa desarrolle” no funciona. El esfuerzo que ha hecho el inventor no sirve para nada si resulta que es una idea técnicamente irrealizable.
 
Básicamente, es aconsejable trabajar en esta línea de producción por dos motivos:
 
– Si el inventor se plantea fabricar él mismo, tendrá datos suficientes para evaluar los riesgos y poner en marcha la producción.
– Si quiere vender la patente o ceder los derechos de explotación comercial, también tendrá datos reales que cotejar y comparar con los de la empresa interesada. Tendrá una información muy valiosa para evitar engaños o medias verdades.
 
En este estudio de producción se analizan diversos aspectos técnicos, que podemos resumir en dos:
 
– Fabricantes: instalaciones, cumplimiento de normativas de calidad, medios técnicos, maquinaria y utillaje disponibles, capacidad de producción, capacidad de almacenaje y capacidad de distribución.
– Moldes, matrices y utillajes: construcción de moldes-pilotos para la realización de pre-series y pequeñas producciones; costes y amortización del molde.
 
Lee el siguiente artículo.
 
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