Qué significa inventar?

IMAGINACIÓN, DESAFÍO, ESFUERZO, DESENCANTO, TIEMPO, DINERO, SATISFACCIÓN
 
Hay muchas palabras que ayudan a entender lo que es ser inventor pero en cambio hay muy poca gente que sea capaz de valorar el esfuerzo que hay detrás de un invento precisamente porque casi nadie se da cuenta de que cada cosa que, literalmente vemos a nuestro alrededor es un invento.
 
Inventar no es hacer milagros, sino hacer real lo que parecía imposible porque antes nadie lo había pensado.
 
Y es que ésta es la esencia de la innovación: la capacidad de imaginar y de crear, de ver más allá de lo evidente y de la lógica más elemental.
 
Un avión no vuela solo, sino porque tiene una ingeniería alucinante que se ha desarrollado por el esfuerzo de los hermanos Wrigth y de otros innovadores que creyeron en ello.
 
Narcís Monturiol consiguió navegar por debajo del agua.
 
Los hermanos Lumiere captaron la vida real en una pantalla de cine.
 
Y siendo más prosaicos, el Monopoli, el rey de reyes en juegos de mesa, apareció en 1936, cuando la empresa Parker Brothers lo introduce en el mercado pero fue Charles B. Darrow, de Pensylvania, quien lo creó y luchó para desarrollarlo. Otra revolución fue Lego, cuando un avispado fabricante de Dinamarca se dedicó a vender bloques de plástico que se podían unir entre sí. Corría el año 1949.
 
Para la gente que se mueve en el entorno de la innovación, cada idea es única y especial y por eso el inventor hace lo posible y hasta lo imposible para verla convertida en algo real, para tenerla en el mercado. 
 
Decir que se trata de un proceso largo y complejo no es nada original. Una patente preparada con atención y profesionalidad es sólo el primer paso de un camino mucho más complejo para desarrollar cada nueva idea que debe seguir siempre una línea lógica y una panorámica global.
 
1º Investigar, saber utilizar toda la información disponible acerca de la idea que se quiere patentar.
 
2º  Proteger legalmente el proyecto: es necesario tramitar una Patente de Invención, Modelo de Utilidad, Diseño Industrial…
 
3º Conocer las entrañas de la innovación: siempre hay pros y contras con respecto a la competencia del mercado.
 
4º ¿Hay que hacer una maqueta o prototipo? Es una buena manera de conocer mejor el invento y comprobar que es posible fabricarlo.
 
5º Ponderar qué queremos hacer con la patente: vendemos, licenciamos una explotación comercial, producimos…. Todo es potencialmente posible.
 
6º Actuar: presentar la Patente a empresas del sector, hacer un estudio de costes de producción, buscar vías de distribución… 
 
En esto de los inventos, como en todo, la experiencia enseña mucho. 
 
Una Patente es un documento legal valiosísimo pero muchas veces, la idea, por sí sola no es atractiva: hay que vestirla, darle una imagen, darle vida, demostrar que funciona y que su objetivo es real.
 
Es un trabajo duro, pero cuando uno tiene la inquietud de inventar, debe ser consciente de que patentar no basta y que tener resultados es complejo pero no imposible. 
 
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